Traducción del post de Brigitte Vézina y Catherine Stihler en el blog de Creative Commons.
Ayer, la Electronic Frontier Foundation (EFF) presentó una moción de juicio sumario en la que pide que se rechace la demanda contra el Internet Archive (IA) presentada por cuatro grandes editores que amenaza el programa de préstamo digital controlado (CDL, por sus siglas en inglés) de IA. Creative Commons apoya plenamente esta moción. He aquí el motivo.
El Internet Archive es una biblioteca estadounidense sin ánimo de lucro que preserva y da acceso a millones de libros, películas, software, música, sitios web y más, con la misión de proporcionar “acceso universal a todo el conocimiento”.
Como mencionamos en nuestro Documento de Política de Cultura Abierta, con el CDL, las bibliotecas pueden prestar una copia de material digitalizado de su colección a un prestatario a la vez, durante dos semanas o menos, al igual que lo harían con un libro físico. A diferencia del eLending, el CDL se refiere a obras digitalizadas, no al material nacido de la digitalización. El CDL maximiza la capacidad de una biblioteca para prestar obras, haciendo así que todo el sistema de préstamo sea más eficiente y equitativo.
En Creative Commons, creemos que las bibliotecas —y las instituciones del patrimonio cultural en general— deberían estar facultadas para servir de punto de acceso significativo a las colecciones financiadas con fondos públicos. El acceso libre y gratuito al conocimiento estimula la creatividad, es esencial para la investigación y el aprendizaje, y constituye un principio básico de las sociedades libres y democráticas.
Los derechos de autor deben fomentar el CDL y garantizar la existencia de mecanismos legales que permitan esta práctica justa. Tal y como ha expresado claramente la EFF: “El CDL ayuda a garantizar que el público pueda hacer pleno uso de los libros que las bibliotecas han comprado y pagado. Esta actividad es fundamentalmente la misma que el préstamo tradicional de las bibliotecas, y no supone ningún nuevo perjuicio para los autores o la industria editorial”.
Los libros, en todas sus formas, son un bien público. Las bibliotecas, ya sean físicas o digitales, tienen una misión de interés público. Guiados por nuestra firme creencia en un mejor intercambio, CC seguirá apoyando los esfuerzos cruciales de la AI para garantizar que el público pueda acceder al conocimiento y la cultura a nivel mundial.